Ribadesella tiene toda la historia que podamos imaginar, ya que es uno de los grandes referentes españoles del arte rupestre. En esta población, se ubica la Cueva de Tito Bustillo, declarada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.

Pero Ribadesella, fue además conquistada por Augusto en el año 19AC ya que era una zona especialmente estratégica, puesto que el río Sella era la frontera natural entre los Cántabros y los Astures. En esa batalla que perdieron los Asturcantabros contra los romanos, la villa quedó enmarcada dentro de la provincia Tarraconense.

En la época medieval, la nobleza disputó los privilegios a la corona, pero la intervención de los reyes católicos hizo que se enviara fuera de Asturias a dichos nobles mediante una fuerte suma de dinero. En lo que respecta a la economía, se basaba en la industria de la sal, la pesca del salmon en la ría, la pesca de bajura, y la caza de la ballena. La Casa de las Ballenas, era una factoría en plena playa dedicada a la ballena, y cuyas ruinas, estuvieron en la playa hasta el siglo XVIII. El emperador Carlos I de España (y V de Alemania) visitó la Villa, cuando venía de Tazones, lugar en el que había desembarcado, y estuvo varios días en Ribadesella.

La guerra de la independencia, también llegó a Ribadesella y los franceses tomaron la ciudad en 1810. Tenían el río Sella como gran lugar estratégico pues se expandian hacia Asturias y se replegaban desde ahí. Se fueron en 1811 cuando debido a las guerrillas españolas, y a las fragatas inglesas que bloqueaban la costa apoyando a los patriotas asturianos, quedaron sin abastecimientos.